Los comunarios ya están cavando las zanjas donde se instalarán las tuberías que llevarán agua limpia y segura directamente a sus hogares. Este avance nos llena de felicidad y esperanza.
Gracias al apoyo incondicional de la Fundación Fabre, un sueño está a punto de hacerse realidad. Es muy emocionante ver la alegría y la emoción de los comunarios al saber que pronto tendrán acceso a agua potable.
Agradecemos de corazón a todos los que han trabajado arduamente para hacer posible este sueño.